
Ekādaśa Rudram – Ofrenda de Amor
100 Años de Luz, 11 Caminos de completitud y transcendencia.
Los invitamos a celebrar los 100 años del advenimiento de Bhagavan Srī Sathya Sai Baba , honrando Su legado, enseñanzas y amor.
Recitaremos un Ekādaśa Rudram. 11 veces el Namakam y una vez el Camakam.
La duración de esta ofrenda será de aproximadamente 4 horas.
🗓️ Sábado 15 de noviembre
⏰ A las 11hs
📲 Por Zoom: info – vedas@ sathyasai.org.ar
“Los Rudras hacen que el Budhi (el intelecto) se vuelva hacia los objetos sensuales y arrojan al individuo al mar de Saṃsāra (la vida mundana). El Paramatma (el Espíritu Supremo) es el amo de todos los Rudras. Sólo el hombre que ha conquistado los once Rudras puede esperar realizar lo Supremo. ¿Cuáles son los once Rudras? Ellos son: los cinco Karmendriya (órganos de la acción), los cinco Jñānendriya (órganos de la percepción) y el Buddhi. El hombre debe esforzarse por controlar estos once órganos en la mayor medida posible. Desde la antigüedad, los sabios han enfatizado la importancia suprema del control de los sentidos como el medio para la realización de Dios.”
Bhagavan Srī Sathya Sai Baba – 23 de Febrero de 1990
El Śrī Rudram: el corazón del Yajur Veda
El Śrī Rudram (también llamado Rudra Praśna) aparece en la Taittirīya Saṃhitā (4.5–4.7) del Kṛṣṇa Yajur Veda.
Consta de dos partes:
- Namakam — donde se repite namaḥ (“reverencia”) 183 veces,
- Camakam — donde se pide la plenitud (ca me, “y para mí…”).
Es un himno a Rudra–Śiva, no solo como deidad, sino como la energía universal que se manifiesta en todo.
Por eso se le llama Śrī (“sagrado”, “glorioso”), el “himno que purifica el universo”.
En los Vedas, Rudra representa la fuerza cósmica de disolución y renovación.
Recitar el Rudram no es “apaciguar” al Dios temible, sino armonizar en uno mismo esa energía transformadora, canalizarla hacia la purificación.
La repetición consciente de namaḥ simboliza rendición del ego, y el Camakam equilibra eso con la aspiración a la plenitud del Ser.
Comienza reconociendo lo divino en todas las cosas (Namakam), y termina en la entrega total al Todo (Camakam).
Cada namaḥ es como un paso hacia el desapego y cada “ca me” es el recordatorio de que todo lo que anhelamos ya está en el Ser.
Recitar el Śrī Rudram es reconocer y experimentar esa verdad, que no hay nada fuera de Rudra, que toda existencia es sagrada.
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Los múltiples nombres indican distintos aspectos de una única consciencia.
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Rudra = el poder de Brahman que se experimenta en toda polaridad: vida–muerte, placer–dolor, ignorancia–sabiduría.
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Cuando el buscador comprende esto, Rudra deja de ser “temible” y se revela como Śiva, el auspicioso. La fuerza que conmueve para sanar.
Instrumento de transformación interior:
- Namakam realiza el desapego y la entrega humilde.
- Camakam elimina los deseos para que conviertan la dualidad en unidad.
“El hombre vive para un propósito elevado, no para someterse, como la bestia, a cada exigencia de su instinto e impulsos. Debe plantarse como el amo, no reptar como un esclavo. Tiene el derecho a proclamar “Yo soy Shiva” (Shivoham), “Soy Achyuta” (“Soy la irreducible plenitud”), “Soy Ananda” (“Soy la bienaventuranza”).”
Bhagavan Sri Sathya Sai Baba – 26 de Febrero de 1987